Ajijic está situado en una estrecha franja de tierra entre las montañas al norte y el lago al sur. Entre San Antonio Tlayacapan al este y San Juan Cosala al oeste. Está a siete kilómetros al oeste de Chapala. Su temperatura media anual es de 19.9 grados centígrados «68F», considerado uno de los mejores clima del mundo.
Ajijic significa «El lugar donde nace el agua» en náhuatl «.
En la década de 1950, Ajijic tenía una población de 6.000. Hoy esa cifra ha crecido a 15,000. Todavía se considera un pueblo hospitalario y tranquilo, atrayendo a los aventureros de todos los rincones del mundo. Tiene la mayor concentración de expatriados en el área de la Ribera de Chapala.
Sus calles son estrechas, empedradas y de gran colorido. Los sonidos y la magia del pueblo están en todas partes: campanas de iglesia, cascos de caballos, el altavoz del camión de gas, la campana del camión de agua, la canción del señor de los helados y las voces de otros vendedores. Ajijic continúa manteniendo su identidad mexicana, mientras que al mismo tiempo atiende a los turistas, con hoteles, posadas y restaurantes en abundancia, más, probablemente, que en cualquier otro pueblo mexicano de su tamaño.
Del 21 al 30 de noviembre, el pueblo celebra su propias Fiesta Patronal, en honor a San Andrés, con nueve días de fuegos artificiales y «castillos», procesiones, arte, música, baile, eventos culturales, comida y bebida. (¡Ya falta poco!)
¡Ajijic comparte su magia, color y tradiciones!
Fotos por Wing Video Publicity ©
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Ajijic, a village with Magic and Tradition
Ajijic is situated on a narrow strip of land between the mountains to the north and the Lake to the South. It is flanked by San Antonio Tlayacapan to the east and San Juan Cosala to the west. It is seven kilometers west of Chapala. Its average annual temperature is 19.9 degrees Centigrade «68F», considered one of the best climate in the world.
Ajijic means «The Place Where the Water Springs Forth» in Nahuatl.»
In the 1950s, Ajijic had a population of 6,000. Today that figure has grown to 15,000. It is still considered a hospitable haven, drawing the adventurous from every corner of the globe. It has the greatest concentration of expats in the Lakeside area.
Its streets are narrow, paved with cobblestones. The sounds of the village are everywhere – church bells, horses’ hooves, the loud speaker of the gas truck, the bell of the water truck, the musical theme of the ice cream man, and calls of various other vendors. Ajijic continues to retain its Mexican identity, while at the same time catering to tourists, with hotels, B & Bs and restaurants galore – more, probably, than in any other Mexican village of its size.
November 21-30, the village celebrates its own Fiesta Patronal, honoring Saint Andrew, with nine days of fireworks and «castillos», processions, art, music, dance, cultural events, food and drink. (In a few days!)
Ajijic shares its magic, color and traditions!